Esta es la hoja muerta
El verso en blanco
De vacío ciego y manos frías
La que no está porque se ha ido
como esa ilusión del reencuentro postergado
No fluyen ya como antes
Las notas que me completaban
Ni siento esas cosas en la punta de mis dedos
De la música que antes me desbordaba
Estoy seco y sin fuerza en la sesera
Soy una sombra de lo que antes era
Tengo mis anclas oxidadas
Mis velámenes rasgados
Y la sombra cansada
Un ángulo cerrado sobre mi vientre
Se destraza en mis copas derramadas
Soy trenza quemada de sorna y rabia
Solo ruido de poeta muerto
Ya sin labia
Un gruñido atorado en la garganta
Lobos muertos en carrera no domada
(Cayendo)
fulminados por la abyección de las palabras
Que no son venenos
Que el veneno está en quién las habla
Ya no me queda nada
Todo lo he vendido
Para costear el pan de la mañana
O el vino que refresca en el olvido
Cuando un día ya se acaba
Y no tengo a nadie
Que me sonría
Para acompañarme en las veladas
Heladas
Y agónicas horas de la madrugada.
jueves, 18 de abril de 2013
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