Tengo dos problemas...
Pero ninguno es trascendental para los que no leen nada de esto. Quizás sean realmente los últimos días. Tu pelo ondea y se estremece tu cuerpo cuando el frío entra por la ventana, me miras y quieres un chaleco para cubrir tu espalda. Sin decir nada te acerco uno de mis chalecos y te arropo con cariño sin que me importen los truenos que retumban por el aire, destrozando estos cielos enrrojecidos. El mundo termina, pero tu estás conmigo...
miércoles, 10 de septiembre de 2008
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